El orgasmo anal, es un tema muy recurrente en los últimos tiempos.
A ciencia cierta no hay pruebas reales de que existe este tipo de orgasmo. No obstante, no se puede negar, es que hay una reacción orgásmica relacionada con el sexo anal.
Aunque se dice que el orgasmo anal es una especie de misterio, hay muchas féminas que afirman haber vivido esta experiencia.
Pero antes de abordar si existen o no, veamos su definición…
¿Qué es un orgasmo anal?
Es una reacción muy factible en cualquier dama, debido a la sensación de roce en el ano. Esta zona, está cubierta de terminaciones muy excitables.
La región anal, posee muchos músculos y nervios vinculados fisiológicamente al área genital y los órganos sexuales.
Para las damas, es posible recibir estimulación por la presión y el movimiento.
Esto se haría presente en los diferentes puntos erógenos. Es decir mediante la penetración anal, se pueden estimular los puntos G, A, U y otras áreas sensibles.
La presión que ejerce el pene recae sobre las paredes vaginales y la cérvix. Otros dos puntos que son muy sensibles y que pueden producir una reacción orgásmica.
Para los caballeros, está relacionado la próstata. El orgasmo prostático sus una realidad ya comprobada.
Aunque los hombres heterosexuales son bastante renuentes a esta práctica.
Los sexólogos suelen concluir que este tipo de orgasmo existe. Y que, en realidad lo importantes es el disfrute, antes que indicar si hay o no evidencia científica al respecto.
Debido a que cada persona es diferente en cuanto a su sensualidad y zonas de placer no todos sienten los mismos niveles de excitación durante el sexo anal.
El hecho, es que a través del ano, se puede sentir placer. Además, factores psicológicos relacionados con la percepción de placer en el otro, incrementan la respuesta orgásmica.
Entonces… ¿hay orgasmo anal?
La zona erógena que incluye el ano es altamente sensible.
Por lo tanto, este clímax, que se puede alcanzar durante el placer del sexo anal, bien puede igualarse al orgasmo.
Lo que sucede, en realidad es que debido al movimiento, presión, y excitación que se combina durante la penetración anal, se disparan otros procesos de orgasmo.
Existen diferentes tipos de orgasmos. Y cualquier orgasmo que se presente durante una penetración anal se verá significativamente incrementado en intensidad y duración.
Al final, lo que debe interesar no es el lugar donde se produzca el orgasmo, sino las sensaciones que de él se derivan.
Técnicas para producirle a tu pareja un orgasmo anal
En primer lugar, el ano debe contemplarse como una zona para el placer.
Los roces, besos y pequeñas penetraciones, forman parte del preludio pasional para el mejor orgasmo anal.
La dedicación a los juegos previos marca una gran diferencia entre obtener un orgasmo anal intenso o solo disfrutar el momento.
Dejarse llevar es un requisito indispensable para la mujer, pues solo de esta forma sentirá más relajación.
Vale destacar que, durante el sexo anal la lubricación y la relajación son dos elementos indispensables.
Una vez exploradas todas las sensaciones durante el juego previo, es momento de proceder a la penetración.
Esta debe ser suave pero constante.
La velocidad y la profundidad dependen de la reacción de la pareja.
Lo mejor es dejar que la mujer se sienta en control. Por ello, preguntarle con cierta regularidad como se siente o que desea puede ser una excelente medida.
No obstante tampoco debe saturarse la relación con palabras que resulten incomodas para ambos.
En este punto hay que recordar que No es una conversación, ni un taller de sexualidad! Moderación.
Las técnicas más efectivas para alcanzar el deseado orgasmo anal son las siguientes:
Ofrecer un delicioso Annilingus para el orgasmo anal
Esta práctica es similar al cunnilingus. Claro el contacto se hace entre la boca y el ano.
Suele ser una técnica mucho más atrevida que otras. Es lo ideal que exista una gran confianza entre la pareja.
Para disfrutar el annilingus, se deben tomar medidas de higiene. La precaución es necesaria para preservar la cavidad bucal y las mucosas de cualquier bacteria.
Hay protectores para la lengua que se pueden utilizar. Otras medidas, son el uso de anti-bacteriales y los enjuagues bucales.
Dar ricos y duraderos Masajes anales
A fin de estimular los esfínteres, se utilizan la lengua o los dedos.
Alrededor del ano se encuentran dos anillos musculares. Si se relajan, la penetración es más sencilla y placentera.
Los dedos y un buen lubricante son la combinación perfecta para dar un buen masaje anal.
Este, puede consistir en pequeños toques, movimiento en círculo y penetraciones leves.
Al introducir una pequeña parte del dedo, esta debe permanecer adentro y moverse suavemente.
Dar un largo y excitante masaje anal ayuda a derribar las barreras que se presentan de forma natural ante la penetración.
Es importante recordar que esta zona está hecha para dejar salir. No para dejar entrar. Por lo tanto requiere también de un condicionamiento mental.
Probar diferentes Posturas y variaciones de ritmo
Las posiciones básicas, son el perrito, la amazona, el misionero invertido y la cabalgata.
Todas estas tienen diferentes variantes y combinaciones.
Buscar la posición que brinde las mayores ventajas en función de la contextura, estatura, confianza y el gusto de la pareja es lo mejor para lograr un intenso orgasmo anal.
No olvidar el Clítoris
El clítoris es el principal órgano de placer. Por esta razón, nunca debe dejarse en el olvido.
No importa cuál sea la técnica o la posición, el clítoris debe recibir atención de vez en cuando.
Manipular esta zona, hace que la mujer se excite mucho más.
Para algunas damas, la opción de estimularse e incluso masturbarse durante la penetración anal, es el mejor sinónimo de placer.
Para muchas esta será la cúspide de su placer y el inicio de un intenso e inolvidable orgasmo anal.
Controlar los músculos pélvicos, es una técnica para que la mujer disfrute mejor del sexo anal.
Además, es conocido que esta técnica estimula los orgasmos anales.
Las contracciones a voluntad de los músculos peri anales y pélvicos, favorece la intensificación del roce que produce el miembro masculino.
Esta técnica, sumada a las caricias y la masturbación forman la vía más directa hacia el placer.