Quien es Tu peor enemigo: ¿Están bloqueando su puerta trasera de forma irremediable?
Cuando las mujeres están bloqueando su puerta trasera, la razón más común está en su mente.
Sean sus pensamientos sobre el tabú, o sus preocupaciones sobre aspectos como la higiene y el dolor, su mete será tu pero enemigo.
Los pensamientos equivocados o exagerados sobre lo que sucede en una relación sexual anal, suelen ser el pero enemigo de cualquier intento sexual por parte del hombre.
En otros casos, cuando las mujeres están bloqueando su puerta trasera la decisión se debe, a experiencias previas negativas o vergonzosas.
Ambas situaciones, tanto las malas experiencias, como a presunciones erróneas, acabaran bloqueando su puerta trasera quizá para siempre.
¿Hay creencias que están bloqueando su puerta trasera?
¿Y si luego de tener la conversación para el sexo anal, los resultados siguen siendo negativos?
Es momento de explorar cuales son las creencias que están bloqueando su puerta trasera.
Los aspectos que generalmente forman parte de las razones por la que una dama se niega a participar de la experiencia del sexo anal son las siguientes:
El sexo anal es algo sucio y peligroso para la salud
El coito vaginal, por ejemplo, es tan propicio para adquirir infecciones como el coito anal.
De igual forma, el sexo oral también da cabida a muchísimas afecciones de salud.
En general, cualquier acto de contacto erótico en el cual no se aguarden normas de higiene será una puerta para infecciones o enfermedades.
Para ello, existen medidas de higiene, una de ellas, es la colocación del preservativo.
Otra, es el lavado anal. El enema, que es un lavado más profundo, también es un recurso muy estimado por las personas escrupulosas.
El sexo anal o tiene que ser sucio, si existe un aseo adecuado. Además, hay algunos consejos, como tratar de ir al baño horas antes de la relación y evitar alternar entre el ano y la vagina.
Con respecto a lo peligroso para la salud, aun no existen estudios confirmados sobre los efectos del coito anal a largo o mediano plazo.
El sexo anal va contra la moral
Esta práctica, proviene de culturas tan antiguas como “civilizadas”.
Los griegos y los romanos, no le daban una connotación negativa.
En realidad estas prácticas eran propias de personajes con alto estatus social.
Pero curiosamente, el sexo anal entre hombres era visto como una muestra de afecto y respeto, pero hacia la mujer era señal de desprecio.
Es con la llegada del pensamiento judeo cristiano que el sexo anal se tilda de inmoral.
Cabe resaltar que en algunos países, se considera un delito y recibe pena de cárcel.
No obstante, entre las culturas precolombinas el sexo anal era un recurso para regular la natalidad.
De igual, forma, las culturas occidentales son muy abiertas en este aspecto. En EEUU, por ejemplo, se despenalizó la penetración anal en el 2003.
La base de muchos de los presupuestos de inmoralidad, proviene de la asociación de esta práctica con la homosexualidad.
La más común de las creencias que están bloqueando su puerta trasera: El sexo anal es doloroso
El sexo anal no tiene porque ser una experiencia dolorosa. esto se evita con una correcta estimulación.
El lubricante y la paciencia, son la combinación perfecta para un anal indoloro y muy placentero.
Los principales errores que se cometen durante el sexo anal…
Cuando existen razones para creer que el bloqueo se debe a percepciones equivocadas o malos momentos del pasado, e incluso intentos fallidos que han dejado un mal sabor, es tiempo de conocer cuáles son los errores más frecuentes durante el sexo anal.
Estos errores, quizá están bloqueando su puerta trasera para ti…
Los errores que puedes cometer al tener sexo anal son los siguientes:
Apuro y estrés: mala combinación
El acto sexual siempre empieza en la mente. La imaginación juega un papel fundamental en el despliegue del acto amoroso, principalmente para la mujer.
Por ello, o puede haber apuro, si el caballero se apresura a penetrar o demuestra que está impaciente, generará mucho estrés en la mujer.
Haciendo que su musculatura pélvica se contraiga, en lugar de relajarse.
No evacuar con anterioridad
No es necesario tomar un laxante ni hacerse un enema. Por lo regular, basta con desahogar el intestino una horas antes de la relación.
Una limpieza posterior a la evacuación con una pera será suficiente para tener el área despejada.
Olvidar el lubricante
Este será el perro de los errores, pues sin un buen lubricante la penetración será dolorosa e inolvidable… en el peor sentido de la palabra.
Jugar poco o no jugar
Es necesario excitar a la dama lo mejor posible. Especialmente si es la primera vez. Debe recordar que existe una buena dosis de nerviosismo.
Por ello, los juegos previos deben ser extensos y adecuarse a la excitación de la dama.
Preferiblemente dejar la estimulación anal para los últimos momentos y enfocarse en relajar los esfínteres.
Descuidar detalles aparentemente insignificantes
Hay detalles que se descuidan y causan percances o situaciones incomodas.
Por ejemplo, no llevar las unas bien cortadas al introducir los dedos en el ano, puede generar una pequeña lesión.
Aunque será poco dolorosa, sentar un precedente sobre lo cuidadoso del galán.
Otros detalles como olvidar el preservativo o no tener toallas o papel a la mano (por si sucede un accidente) pueden matar la pasión en un segundo.
Dar sexo salvaje sin consultar
La gentileza, abre las puertas que la insistencia. Recuerde que no está en el set de una película pornográfica.
No tiene que ser violento o rápido para disfrutar, la configuración del ano por si misma produce mucha presión y placer en el pene.
No es necesario tratar salvajemente el orificio de la dama. Esto, además de causar lesiones puede también convertir la experiencia en algo traumático para ella.
La dama debe sentir la libertad de detener el asunto si lo desea. Este atento a sus reacciones y actué en consecuencia
Posturas incomodas y poca practica
Durante el sexo anal, no busque impresionar a la dama. Enfóquese en obsequiar y obtener el máximo placer… sea reciproco. Elegir posiciones desconocidas o muy incomodas puede romper el hechizo.
Durante una penetración anal, es muy importante mantener la relajación y el deseo en la pareja.
Escoja posturas que ya conoce y facilitan el movimiento.
Al inicio, es mejor escoger posiciones tradicionales para el sexo oral. Como el misionero invertido o el perrito.
También será efectiva cualquiera que le dé mayor control sobre la profundidad, la velocidad y el movimiento a la dama.
Esto le dará una sensación mayor de confianza y dominio de la situación.