El sexo anal en muchos países es un tabú, incluso, en las distintas clases sociales en un país aún lo es, sin embargo, es sumamente común y se práctica más de lo que uno cree. No todas las personas se atreven a experimentar esta nueva experiencia, y se debe por muchos miedos e inseguridades que las personas tienen.
Con una encuesta realizada por el Journal of Sexual Medicine, indica que 1 de cada 3 mujeres entre la edad de 19 y 45 años de edad han hecho el intentado de probar el sexo anal. Esta encuesta indica la forma correcta para poder practicarlo.
No olvides los preservativos.
Si no usamos preservativos, podemos contraer algunas infecciones cuando practicamos el sexo anal. Esto se debe porque las paredes del recto y ano se suelen romper con mucha facilidad, generando algunas heridas que sirven como ductos a las bacterias y virus para poder llegar al torrente sanguíneo.
Incluso, estas paredes tienen unas características absorbentes, por lo cual, la sangre o el semen de la persona entra con facilidad en el organismo con la mucosa anal, aunque no haya ninguna herida.
Usa un buen lubricante.
Para que no exista una penetración sumamente dolorosa es muy importante emplear un lubricante de excelente calidad, el lubricante se debe usar en el ano, dedos y, por último, en el pene.
El uso de este grandioso producto facilitará que la fricción no ocasione heridas, tanto como en el ano y como en el pene.
Es recomendable que el lubricante sea hidrosoluble, ya que cuando es compatible con el preservativo se estaría evitando que el condón se rompa.
Es pertinente resaltar que estos lubricantes se suelen secar un poco rápido, y que, para las prácticas sexuales donde se requiera una dilatación es muy aconsejable emplear lubricantes a base de silicona.
El esfínter debe dilatarse.
La penetración se puede empezar de una forma muy lenta para que la otra persona tenga tiempo de relajarse. Es recomendable inspirar y espirar para facilitar que los músculos anales se puedan relajar.
Cuando existe mucha confianza e intimidad con la pareja sexual, es más fácil de calmarse. Esto nos ayudará a que el esfínter se dilate y la penetración no cause ningún dolor.
Los movimientos bruscos están prohibidos.
Cuando se haya penetrado al ano con los dedos o con el experto, no se puede hacer movimientos bruscos. Ya que el ano se contrae, por ende, debemos esperar a que se vuelva a relajar y extraer lo que introducimos, sino, estaríamos haciéndole a nuestra pareja.
Puedes practicar por tu cuenta.
Para aquellas personas que están pensando en iniciar a practicar esta modalidad de sexo, debe aprender a calmarse de forma individual, puede introducir sus dedos o consoladores de distintos tamaños en su ano.
Si estamos cómodos con nuestra pareja, el lugar y el momento será totalmente mágico.
La comunicación es lo más importante.
Antes de desnudarnos, es fundamental que conversemos con nuestra pajera para poder establecer una palabra clave que represente un alto, es una gran estrategia y funciona, ya que con el gemido a veces nuestra pareja no diferencia el dolor o el placer.
Los enemas se evitan.
Esto forma parte de la preparación para poder disfrutar del sexo anal, y consta de hacer una limpieza intestinal, por ende, un enema puede ser inútil y hasta puede causar una irritación en el ano.
El sexo anal no causa estreñimiento.
Muchas personas cuando son nuevas en practicar el sexo anal, le preocupa que le genere estreñimiento, pero en realidad no es así, el ano se estira y se adapta al pene o al toy sexual. Esto mismo sucede cuando la persona suele defecar, el ano se estira para que la persona pueda evacuar fácilmente y sin ningún problema.
Esta práctica se debe omitir si la persona tiene hemorroides o problemas estomacales.