La dominatrix cumple las fantasías de los caballeros que desean estar bajo el dominio total de una fémina.
Dentro del BDSM, las relaciones se desarrollan a través de roles, existe el dominante y el sumiso.
De esta forma, se despliegan una serie de fantasías y fetiches, basados en el sadomasoquismo.
Las dominatrices profesionales, dirige completamente el encuentro íntimo a través de juegos de dominación con carácter de erotismo extremo.
Estas actividades van desde dominar en la relación sexual, hasta realizar prácticas de bondage y azotes.
En este tipo de juego, las humillaciones verbales y físicas son un componente esencial del juego D/s, por lo que no pueden estar ausentes.
¿Qué es una dominatrix?
La Dominatrix es una mujer que ejerce el dominio sobre su compañero en las sesiones de BDSM.
Este vocablo, tiene su origen en el latín. En su traducción, significa “señora o soberana”.
Por lo tanto, dentro del BDSM se utiliza la palabra dominatrix, para señalar a la dama que adopta un rol despótico sobre la pareja de juego.
Cuando este rol es ejecutado por un caballero, se le conoce como maestro.
La dominatrix, puede dominar a su compañero o compañera, ya que el termino no es exclusivo de las relaciones hombre-mujer.
Es decir, que este rol puede desplegarse en relaciones D/s entre dos mujeres.
Aunque el vocablo dominatrix es el más conocido popularmente, estas subyugantes damas también son conocidas como domme o femdom.
Los sumisos, sienten placer a través de vivencias diferentes, por lo tanto, una femdom debe ser capaz de explotar todas las opciones que ofrece el erotismo dentro del BDSM.
Los pets plays, por ejemplo, representan una forma de dominación muy distinta, en la cual, la dominante no golpea o azota al sumiso.
En este juego de roles, la dominación se ejerce mediante una humillación tácita, al convertir al hombre en su mascota.
De esta forma, puede personificar a una madre muy estricta, una jefa violenta o, en casos extremos una esclavista “depravada”.
Esto se debe a que a veces los juegos se orientan a fetiches sexuales muy particulares.
Tipos de dominatrix
Las Pro-domme
Una dominatrix profesional o Pro domme, es una dama que desarrolla su arte en la dominación de manera experta a cambio de un pago.
Generalmente son contratadas por caballeros que desean vivir esta fantasía de forma esporádica y secreta.
La participación en estos juegos eróticos, incluye actividades que excitan sexualmente a los hombres sumisos.
En este caso, se denominan clientes.
Generalmente, una dominatrix profesional no se involucra sexualmente. Aunque este tipo de prácticas eróticas suele tildarse de prostitución.
En otras palabras, si el sumiso obtiene alguna compensación sexual, esta se desprende de su propia percepción de la sumisión como estimulante erótico.
Por supuesto, el orgasmo del caballero suele ocurrir, pero como resultado de los castigos y las humillaciones.
Es necesario recordar, que los varones que acuden a este tipo de “servicio” poseen una notoria necesidad de sadismo.
En resumen, la dominatrix profesional, no solo satisface al cliente, también obtiene una gran complacencia propia.
Mediante el ejercicio de la dominación, complace su propia necesidad de dominar.
Desde una perspectiva psicológica, las domme profesionales cumplen fantasías psico-eróticas específicas.
El juego, puede desplegarse en una gran variedad de formas.
El varón puede solicitar experiencias sensuales de cualquier tipo para alcanzar la excitación.
Un aspecto interesante, es que las relaciones D/s, no siempre tiene un objetivo sexual en sí mismas.
En ocasiones, es sólo la necesidad psicológica de ceder el poder, lo que lleva al varón sumiso a experimentar estas vivencias.
Mientras algunos caballeros pueden solicitar azotes, otros pueden requerir ser dominados mediante el servicio a su “ama”.
En este sentido, el dominio puede traducirse en reverencia y adoración.
Una pro domme puede mostrar una apariencia rígida estereotipada, pero también debe acoplarse a cualquier rol que solicite su cliente.
Dominatrix vocacional
Dentro de esta categoría se encuentran la mayoría de las dominatrices.
Se pueden definir como damas a las cuales la dominación les brota de manera espontánea.
Indudablemente, sienten vocación por ejercer el poder sobre otras personas indistintamente de su género, o de la relación que exista entre ellos.
Dentro de la sexualidad, esta mujer siempre trata de llevar las riendas.
Son mujeres firmes y enérgicas. Domina de forma natural su vida social y erótica.
Este tipo de dominatrix es la más frecuente dentro y fuera del BDSM.
Sin embargo cuando se encuentran dentro de la cultura sadomasoquista no presentan dificultades para ejercer de manera inmediata la dominación sobre su pareja.
Dominatrix financiera
Esta nueva versión de las relaciones D/s ha cambiado la visión estereotipada de las dominatrices.
Se considera una nueva profesión, con variantes elegantes y más productivas.
Suelen utilizar lencería, medias negras y tacones altos. Es una variante de la dominación que se despliega en las oficinas de trabajo de grandes empresarios.
El objeto de dominio en esta variedad de dominatrix es el recurso financiero del cliente.
Es decir, desarrolla su arte para tomar de forma despótica el control del dinero del caballero sumiso.
Han sido comparadas con las geishas antiguas, pues su arte está en servir al cliente en atenciones pero sin ceder el control de la relación.
Este tipo de dominatrix por lo general, no ofrece ningún placer desde el punto de vista sexual de forma física.
Se dice, que esta relación de dominio financiero, responde a un fetiche que está relacionado con el dinero.
Ante esta nueva perspectiva del BDSM, los especialistas opinan que los clientes utilizan este recurso como un medio de liberar tensiones.
Las dominatrices financieras, establecen un sistema de control sobre los ingresos económicos de los sumisos.
Algunas suelen manejar sus estados de cuenta y otros asuntos monetarios.
Otras, por el contrario se limitan exigir de forma continua premios o regalos.
Estas impetuosas damas, cumplen los deseos de los dóciles varones.
Es decir, los ayudan a la obtención de placer a través de fetiches personales y procuran brindar satisfacciones diversas.
Los sumisos, en este caso, son varones que poseen gran éxito económico pero en lo profundo de su mente desena ser doblegados.
En este caso, la fantasía de la humillación se experimenta al ser explotados financieramente.
Las técnicas de dominación de la femdom financiera suelen ser muy diversas y se adaptan a los fetiches personales del sumiso.
Su vestuario es menos agresivo visualmente.
¿Qué esperar de una dominatrix?
Una buena dominatrix, debe saber lidiar con las situaciones que se le presenten. En este sentido, es necesario que mantenga su mente centrada en las necesidades e interese de su sumiso.
Enfrentar situaciones emocionales y saber manejar los detonantes son dos condiciones importantes durante una sesión de BDSM.
Cuando la dómina prepara el escenario de juegos, debe considerar la seguridad del sumiso y buscar todas las formas de brindarle placer.
Esto se realiza dentro de los parámetros acordados previamente. Para ello, se marcan los límites con anterioridad.
A tal fin, lo más adecuado, es una comunicación abierta, en la cual se fomenten las bases de una relación sana, segura y consensuada.
Los juegos de dominación y sumisión no deben considerarse como una depravación.
Por el contrario, deben entenderse como una forma de explorar fantasías sexuales y romper con la monotonía de la vida diaria.
Una dominatrix eficiente, aportará sensaciones sensuales y estimulantes respetando siempre los deseos del sumiso.
El placer no solo será para el sumiso, pues las dominatrices disfrutan al ejercer el control, por lo tanto será una experiencia gratificante para ambos.
Como se mencionó anteriormente, la dominatrix o fem dom no es una prostituta. Por ello, no debe acudirse a ella en la búsqueda de una relación sexual.
No obstante, en casos particulares, como el de las parejas estables, es común que la sesión culmine en una relación física.
Por supuesto, en los juegos eróticos que se despliegan dentro del BDSM, la dominatrix es capaz de provocar la satisfacción sexual mediante los juegos eróticos.
Al ser una relación de connotación sadomasoquista, el placer sexual esta íntimamente relacionado con la humillación y el castigo físico o verbal.
Por lo tanto, de ellos, se obtiene la gratificación sexual propiamente dicha.
Vestuario y accesorios de la dominatrix
Las dominatrices, brindar placer en todas las esferas de la sensualidad.
Por ello, le vestuario y los accesorios son de gran importancia para el despliegue de la dominación.
El sumiso, es altamente estimulado por la lencería y los objetos que se incluyen en la experiencia de dominio.
Un encuentro con la dominatrix puede incluir juegos suaves, en los cuales solo es necesario personificar un rol.
En otros casos, se involucran estímulos más intensos, por ejemplo el bondage y los azotes.
La vestimenta, suele ser acorde con la fantasía del sumiso y la dominante.
Sin embargo, los estilos más significativos de dominatrix están enmarcados en un vestuario muy característico y estereotipado.
En este sentido, una dómina suele llevar ropa sugestiva, generalmente de cuero.
Las botas o zapatos muy altos también forman parte de la caracterización típica de las femdom.
Algunas dominatrices arman su propio estilo. Comúnmente se utilizan antifaces, guantes y mitones.
Entre las prendas de las dominatrices predominan los colores negro y rojo.
Uno, representa el poder y la oscuridad y el otro el fuego, el peligro y la pasión.
Los accesorios más usuales, son las cuerdas para bondage, las citas o vendas para los ojos, las fustas y una gran variedad de látigos.
Cuando las experiencias son más temas, se incluyen objetos de tortura erótica muy conocidos dentro del BDSM, como las pinzas para pezones y las agujas, por ejemplo.
En todo caso, la variedad de los juegos dentro del BDSM, da cabida al uso de cera caliente, electricidad, perforaciones, depilación con fuego y muchas otras formas de expresar el dominio.
La humillación, por supuesto está presente como componente esencial.
Para ello, la gradación de las acciones para someter al sumiso, depende del gusto y el consenso de ambos.
¿Cómo iniciarse en el mundo de la dominación erótica?
Para iniciarse en el mundo de las dóminas, es necesario asumir el rol de la mujer dominante.
Esta fantasía puede realizarse de forma esporádica, como una forma de acabar con la rutina.
Además, abre la puerta a muchas formas de practicar el erotismo en pareja.
Las parejas que se inician en el BDSM, deben comprender que hay ciertos principios básicos para ser una buena dominatrix.
En primer lugar, se debe asumir el control total, lo cual no implica que el sumiso no pueda establecer límites apropiados según sus expectativas y tolerancia.
La dominatrix debe mantenerse apegada al papel que representa, sin sobrepasar los límites de su sumiso.
Para ello, las dinámicas dentro de la relación de dominio y sumisión necesitan aclarase con anterioridad,
Al practicar la dominación de forma más precisa, bien sea dentro de las sesiones BDSM, o como una forma de juego erótico entre parejas estables, se deben consensuar las formas y niveles de castigo o tortura.
Asumir plenamente el rol de fem dom, dentro de la cultura BDSM, amerita ciertas condiciones como la actitud, la apariencia y la conciencia de ser una dominatrix.
¿Cómo parecer una dominatrix?
En cuanto a la apariencia, hay muchas tiendas en internet, en las cuales pueden encontrarse todos los accesorios necesarios.
Si bien es cierto que el tipo de juego erótico determina el uso de ciertas prendas de vestir, generalmente se requiere de un vestuario básico.
Éste, está conformado por prendas comunes a la mayoría de las dóminas.
Por ejemplo, el traje de cuero o látex negro ceñido al cuerpo, unas botas altas y un antifaz, son muy característicos.
Vale resaltar que, es diferente asumir el rol casual de dominatrix, propio de un juego erótico de dormitorio y el estilo de vida de las femdom.
Sin embargo, el estilo de esta vestimenta es común en ambas vertientes.
La lencería muy sexy y unos zapatos altos, igualmente representan la dominación femenina.
En este sentido, el gusto de la pareja juega un papel importante.
Pues el sumiso puede elegir o sugerir el tipo de prendas que le producen más entusiasmo.
Asimismo, la apariencia seleccionada, depende de las fantasías o juegos a desarrollar.
Dentro del BDSM, el traje de gata, suele ser más representativo. Este vestuario, es típico en la cultura fetichista y el bondage.
Las prendas icónicas de los juegos D/s, suelen tener estilos similares a los descritos anteriormente.
Pero el gusto de cada persona puede añadir o restar algunos elementos.
Las botas hasta el muslo, los tacones finos y las máscaras, son también elementos icónicos, al igual que el sugerente corsé.
Este último, no se combina con el traje gatuno.
Añadir prendas llamativas como las medias de malla, mitones y guantes pueden resaltar el estilo personal.
En suma, cada dominatrix desarrolla su propio estilo de vestir, éste será resultado de combinar apropiadamente ciertas prendas y sobre todo, del gusto personal.
Prácticas de dominación femenina
¿Qué hace una mujer dominante con un caballero sumiso?
Una dominatrix puede hacer a su sumiso casi cualquier cosa. Por supuesto, estas actividades siempre están enmarcadas en las peticiones y límites del caballero o dama a quienes domina.
Dentro de las prácticas del BDSM, no hay un sistema rígido de actividades eróticas.
Usualmente una dómina, actuará según el libreto del juego de dominación desplegado como parte de la sesión.
Estos son mutuamente consensuados.
Sin embargo, hay actividades que se realizan con mayor frecuencia que otras.
Normalmente, una dominatrix experimentará con juegos eróticos que produzcan humillación y dolor físicos.
Entre los más habituales, está el juego de excitar al sumiso para luego detener el orgasmo.
Este tipo de tortura eleva los niveles de excitación en el hombre, haciendo más intenso su deseo sexual.
Los efectos de este juego se manifiestan a nivel cerebral, aumentando la producción de adrenalina y dopamina.
La tortura de genitales, es la técnica de dominación femenina por excelencia.
Esta tortura se realiza por medio del bondage de pene, el cinturón de castidad masculino o las jaulas de pene, las agujas, cera caliente, pinzas, corriente eléctrica y otras más.
Algunas féminas disfrutan de dar patadas, palmadas y mordiscos en los testículos.
Todos estos juegos se abrigan en la definición de dominación femenina.
No obstante suelen disfrutar otras actividades, que enriquecen la sesión erótica, y permiten cumplir con las fantasías de cada sumiso de forma individual.
De ellas, se pueden mencionar:
1.- Las Demostraciones de devoción:
Obligar al sumiso o sumisa, a prodigar adoración. Es el primer punto dentro de una experiencia de dominación. La adoración a los pies es muy común.
En ella, el sumiso o sumisa realiza actos significativos, como lamer, besar y acariciar los pies de su dómina.
dentro de esta práctica están involucrados el fetiche de los pies y el del calzado.
2.- Los Castigos corporales:
Estos pueden variar en gusto e intensidad.
Generalmente, las femdom utilizan fustas, paletas, látigos y varas para dar azotes a sus sumisos. El spanking, el canning y el bondage son muy solicitados por la mayoría de los sumisos.
3.- La Humillación verbal:
Las palabras ofensivas y vejatorias son una parte que no debe faltas como acto de dominación. Algunos sumisos disfrutan una gran excitación simplemente mediante este tipo de vejación. Las palabras, se combina con bofetadas o con actos de adoración.
4.- La Humillación psicológica y física:
Los comentarios humillantes producen un alto grado de estimulación erótica para los fetichistas de la humillación. Pero además, se añaden actos físicos, como obligarles a la adoración, escupir su boca u exigirles comer del suelo.
Para este tipo de acciones se utilizan accesorios muy específicos.
5.- El facesitting:
Esta práctica, llamada también trono de la reina, consiste en sentarse sobre la cara del sumiso.
De esta forma se puede obligar a realizar sexo oral, el beso negro o practicar la lluvia dorada.
6.- El Candaulismo:
Dentro de las humillaciones psicológicas más comunes, se encuentra el candaulismo, el cual consiste en mostrar fotos comprometedoras del sumiso. Estas fotos, en las cuales posa desnudo, amarrado o en poses eróticas, son mostradas a otras personas.
7.- El Exhibicionismo:
En este fetiche, la dominante obliga al sumiso o sumisa a tener relaciones sexuales en lugares expuestos. Es decir, a la vista de otras personas.
Otras prácticas
Otros actos que se suelen desplegar en el juego de la dominación, representan formas más extremas de sadomasoquismo.
Por ejemplo:
- La lluvia dorada, consiste en orinar al sumiso. Puede estar combinada con otras prácticas como el facesitting o el trampling.
- El trampling, es la acción de pisar o caminar sobre el sumiso. Esto, puede hacerse en tacones o a pies descalzos. Es común entre los fetichistas de pies y calzados.
- La coprofilia, es una actividad extrema y poco frecuente. Es la excitación que resulta de la manipulación de heces fecales.
- El uso de arnés consolador
El arnés posee una protuberancia en forma de pene, la cual puede ser lamida o acariciada por el sumiso.
Este dispositivo permite la penetración anal del sumiso. En ocasiones consta de un pequeño consolador que se introduce en la vagina de la dómina para experimentar placer vaginal.
- La bisexualidad forzada
Esta forma de humillación puede desplegarse en el caso de los varones, con el uso del arnés ya descrito. O con una tercera persona la cual se le realiza, de manera forzada estimulación o oral o anal.
La dominación femenina, existe desde épocas remotas. Sin embargo, es a partir de la difusión del pensamiento feminista que ha logrado calar en otros contextos.
Actualmente, el número de mujeres que participan en las prácticas usuales de BDSM, supera el 45% del número total de participantes.
En 1985, se encontraban entre el 30% de los practicantes de esta sugestiva cultura sadomasoquista.
Aunque en 1995, se estimaba que más del 90% de las mujeres que practicaban el sadomasoquismo o BDSM, sentía preferencia por la sumisión, actualmente esta realidad ha dado un vuelco interesante.
Consejos de una dominatrix
Ser una dominatrix debe sobrepasar la simple dramatización de un personaje.
Para lograr el éxito en la dominación, una dominatrix experta aporta los siguientes consejos:
- Observar videos de sesiones de dominación. Esto facilita adaptar la mente al escenario y ampliar el conocimiento de las técnicas.
- Adquirir pericia en el uso de accesorios. Para ello, se debe practicar con almohadas o con el propio cuerpo.
- De esta forma, es más fácil graduar la intensidad de fuerza necesaria para producir placer con los azotes.
- Incorporar todo lo que se considere necesario al juego. Es posible utilizar objetos de uso doméstico dentro de los juegos de BDSM.
- Elegir los juegos y la palabra de seguridad antes de entrar en acción.
- Las emociones y la intensidad de la excitación pueden provocar que se sobrepasen límites o se tomen iniciativas para el uso de técnicas que no estaban consensuadas.
- Atender las necesidades del compañero, sumiso o sumisa. Mantener el control no significa desatender las llamadas de atención o las posibles señales de alerta que manifieste la parte sumisa.
- Priorizar siempre el consenso. Una dominatrix preparada, nunca asume que tiene consentimiento tácito para cambiar o incluir juegos eróticos extremos sin la aprobación de la persona sumisa.
- Utilizar el castigo como juego sensual en todo momento. Se puede establecer una dinámica divertida y de gran contenido erótico mediante pequeñas sanciones.
- El dolor siempre debe ir aumentando paulatinamente para no embotar los sentidos.
- Respetar la zona de confort del sumiso. Es útil que una mujer dominante aprenda a distinguir si alguna iniciativa es placentera y cuando perturba al sumiso.
- Esto es elemental para que una sesión de dominación sea exitosa y perfectamente placentera para ambos.
- Una buena dómina habla con seguridad y mantiene una postura elegante. Nunca se debe confundir violencia con dominación erótica. El fin último, es el placer.