El Bondage oriental, es una práctica erótica poco difundida, pero con un origen muy interesante
El estilo japonés de Bondage, conocido como Shibari, implica utilizar las ataduras de forma estimulante, siempre obedeciendo a técnicas y principios milenarios.
Este estilo de bondage oriental, se resume cómo atar estéticamente con cuerdas naturales, diseñadas especificamente para este fin.
Es decir, los principios del bondage oriental mezclan la estética y la técnica, para convertirse en un arte poco convencional.
El bondage oriental, no es solamente la inmovilización mediante cuerdas, como el bondage occidental.
En este sentido, se considera un arte, que no resulta necesariamente en la inmovilización, posee otros elementos y aspectos tradicionales.
El arte del Bondage japonés
Este extraño arte, está triangulado, pues requiere de un maestro atador, un sumiso o sumisa y un espectador o espectadores.
Este último elemento, es imprescindible dentro de la cultura del shibari japonés.
Además de la calidad estética, también se considera el aspecto energético producido sobre ciertos puntos del cuerpo.
En este sentido, se vinculan una serie de conocimientos milenarios, relacionados con los meridianos del sistema de chakras del cuerpo humano.
Las cuerdas utilizadas, siempre son de fibras naturales, pues este aspecto posee gran importancia dentro del campo energético de las prácticas shibari.
Sin embargo, aunque generalmente las técnicas se engloban bajo un solo término, existen varios significados que se deben conocer:
El shibari
- Esta palabra define propiamente la acción de atar. Se traduce de forma literal como “atadura”.
El kinbaku
- El vocablo se traduce como atadura tensa. Se aplica para definir el encordamiento. Esta connotación se vincula con el bondage sexual. Es decir la dominación y sumisión como juego erótico.
Origen del Shibari
- Esta técnica, se originó de la cultura samurái. Surgió como una técnica de tortura leve y estructurada en forma de códigos.
- Por lo tanto, solo era utilizada y transmitida por guerreros samuráis.
Se utilizaba para atar a los prisioneros, era realizada por etapas. En primer lugar, se inmoviliza el tronco, luego la espalda baja, el vientre y al final el cuerpo entero.
Para realizarlo, se tomaban en cuentas el tiempo y el orden de cada etapa.
El contexto histórico del shibari, se enmarca en los siglos XV y XVII.
Para el año 1542, se reguló el uso de cuerdas para torturar a los prisioneros, aun existían formas determinadas para humillar, incomodar y torturar a los prisioneros, generalmente samuráis enemigos.
Más adelante, las penas infligidas a quienes utilizaban este tradicional modo de atadura desaparecieron, por lo que alrededor del año 1.600 se concretaron las técnicas para conformar un arte marcial llamado hobaku-jutsu.
El objetivo de este predecesor del bondage oriental, era atrapar y mantener retenidos mediante cuerdas a los prisioneros.
En ocasiones, se aplicaba a prisioneros o criminales.
Con el paso de los años, las técnicas se volvieron más precisas.
Simbología del Shibari antiguo
La forma de la atadura, los nudos utilizados y el tipo de cuerdas utilizada, tenían un significado único, y en conjunto ofrecían un relato de la persona atada.
De este modo, cuando el prisionero o criminal era expuesto en lugares públicos, los espectadores eran capaces de conocer la clase social, el delito, la edad y, en ocasiones hasta la profesión.
Todo ello, mediante la “lectura de las cuerdas”. Es decir, los nudos y el tipo de amarre realizado funcionaban como una especie de lenguaje simbólico.
Este arte milenario fue tan respetable, que cada familia samurái y muchas veces cada aldea poseía su estilo particular y una simbología propia.
Este arte, es el origen real del shibari y kinbaku, aunque con ciertas modificaciones.
Tal aseveración se basa en la transición de los guerreros samuráis, quienes perdieron sus privilegios durante el periodo Edo de Japón.
Sin embargo, la policía japonesa siguió utilizando estas técnicas. Por considerarse secretas, las ataduras solo eran presenciadas por personas pertenecientes a la policía o a cierta posición social.
En la actualidad, los cuerpos de seguridad nipones, siguen incorporando algunas técnicas de tan interesante arte en la instrucción de artes marciales.
El bondage japonés, cómo se concibe actualmente, fue documentado por primera vez durante el periodo Edo.
En esta época, comenzaron a aparecer ciertas imágenes, representativas de las ataduras como expresión erótica de dominación.
Reglas predecesoras del Bondage oriental
Las reglas básicas de aquel arte, eran las siguientes:
- El atado no debe sufrir daños permanentes.
- El prisionero no debe poder escapar una vez atado
- Las ataduras sólo pueden ser presenciados y realizadas por quienes pertenecen a esta clase social (policía)
Estas normas eran inviolables y regulan el Hojojutsu (como fue llamado durante esta época histórica)
El renacimiento del bondage oriental en los 60
El bondage oriental, experimentó una época de brillo durante estos años, se realizaron múltiples exhibiciones, marcando el regreso de las tradiciones japonesas.
Para este momento, existían muchas escuelas y sus mejores maestros representaron a belleza de este sensual arte.
En esta variedad de bondage, el maestro, es quien realiza las ataduras y los sumisos son usualmente admiradores.
En este sentido, en el shibari, las ataduras no poseen una connotación estrictamente sexual, ni son realizadas entre parejas, a diferencia del bondage kinbaku y el occidental.
Ser atado o atada por un maestro del bondage oriental es un honor.
Este arte, que tiene sus raíces es algo tan horrendo como la tortura, se ha convertido en una forma de expresar la dominación de forma hermosa y exquisita.
Técnicas del Bondage Oriental
Las ataduras
- Se realizan con cuerdas de hasta 8 metros. Algunos maestros prefieren cuerdas cortas.
- Usualmente estas ataduras provienen de fibras naturales como el cáñamo, yute, arroz o coco, entre otras.
- Los japoneses definen las cuerdas con la palabra asanawa cuando son de fibra natural.
Tipos de cuerdas para el Bondage Oriental
- Para la práctica del shibari o kinbaku, se utilizan cuerdas de fibra natural. Esta tradición es digna de respeto y es obedecida por la mayoría de los maestros nipones.
- Entre los principios, se destacan ciertas normas como las de no tocar, oler o recoger las cuerdas de otro maestro.
Más aún, pisarlas es un insulto mayor. Esto se debe a que, en la tradición oriental, las ataduras representan la unión del cuerpo con el alma y la mente.
Además, se dice que a través de la cuerda, se establece una conexión mística entre el atado y el atador.
Cada cuerda, desde esta tradición, posee una personalidad y energía propias.
Los tipos más utilizados son:
- Las Sogas: se componen de camisa y alma. Recibe tratamientos específicos, se utilizan para ataduras dentro del agua y para suspensiones. Su velocidad de atadura es lenta pues su roce en la piel produce abrasiones serias.
- Las Cuerdas de algodón: son suaves y se manejan con gran facilidad.
Adicionalmente se encuentran en colores muy bonitos y llamativos con su propio significado. Son de velocidad rápida, al contrario de las sogas.
Lo negativo es su poca resistencia, aunque son elásticas y pocas veces producen maltratos en la piel.
Otra desventaja es que los nudos muy apretados son difíciles de deshacer. No se recomiendan para diseños elaborados.
- La Fibra de cáñamo o yute: esta es realmente la cuerda tradicional del bondage oriental.
Para su acondicionamiento se requieren tratamientos especiales.
Se acondicionan con aceites y cera de abejas. Su calidad es bastante alta.
También se destaca por su olor, resistencia y durabilidad. Estas cuerdas de cáñamo o yute son de velocidad media.
- Cuerdas de seda: son muy estéticas y suaves. Se dice que son las que representan mejor la sensualidad del bondage. Las desventajas, su alto costo y la dificultad de deshacer patrones muy complicados.
Los Patrones
Las ataduras siempre obedecen a ciertos patrones o figuras. Las más conocidas son:
- Ushiro: este patrón es el principal, pues sobre él se basa el resto de la atadura. Significa detrás, es decir se refiere a los nudos hechos en la espalda que inmovilizan el torso. Su forma es de U o X.
- Kikkou: este patrón es de formas hexagonales. Semeja un caparazón de tortuga. Se realizan en la parte delantera del torso.
- Hishi: estas ataduras tienen forma romboidal. Es una de las más conocidas. Una de sus variantes se utiliza en el bondage occidental.
- Matanawa: son las ataduras que se ubican en la zona de los genitales.
- Ebi: este tipo de atadura coloca al apresado en forma de loto, es decir con la espalda curvada hacia adelante.
- Tazuki: es una especie de arnés con forma de “X”.
- Tsuri: es el nombre de cualquier atadura que implique suspender o alzar el cuerpo.
- Teppou: es una atadura en la cual se colocan los brazos en diagonal sobre el cuerpo.
- Gote Gasshou: en esta forma de atar, se colocan las manos en forma de rezo, pero en la espalda.
Contrastes: Bondage oriental y bondage occidental
El bondage occidental, se considera una expresión del BDSM, mientras que el oriental, tiene un origen milenario en las artes de la guerra.
El bondage occidental, es una práctica sexual en la que se inmoviliza a la pareja para producir estimulación mediante la dominación. En el estilo oriental la simple atadura es el estímulo, pues el placer radica propiamente en el sentirse atado de forma sugerente y estética.
El bondage oriental es un arte, en el cual la persona atada se siente honrada y ornamentada a través de los hermosos y complicados patrones y nudos.
Entre los principios del bondage oriental, las cuerdas deben ser cuidadas y aseadas correctamente, pues el aspecto de la salud se toma muy en cuenta.
Por lo tanto, las cuerdas se lavan y se hierven, además se acondicionan con cera de abejas y aceite mineral.
Precauciones del Bondage oriental
Evitar que el roce de las cuerdas cree abrasiones en la piel. Esto es más importante si se realiza la suspensión del cuerpo. A tal fin, se aconseja prestar atención a la ubicación de ciertos nervios, ligamentos y tejidos.
Colocar al alcance una tijera de puntas curvas. Esta se utilizara en caso de que se requiera cortar las cuerdas. Especialmente útil si se observa obstrucción de la circulación o el aire.
Mantener una comunicación visual y verbal con la persona atada. Esto favorece percibir cualquier señal de peligro o afectación. Además, la observación constante de las extremidades, especialmente dedos de manos y pies, indicará la ausencia de oxígeno o la obstrucción del torrente sanguíneo.
Otra precaución muy importante, se refiere a explicar detenidamente a las personas sobre las ataduras, esto aplica en las personas que se inician en esta técnica.
Adicionalmente, es necesario aclarar la existencia de antecedentes médicos relacionados con problemas de circulación, pulmonares o respiratorios.
En suma, el bondage oriental no es simplemente una práctica sexual. De hecho, la sexualidad es un fin añadido con el paso de los años.
El shibari, define el bondage oriental en general, aunque en mayor medida se hace referencia a su finalidad artística y estética.
Cuando es utilizada como una práctica del BDSM, se define como kinbaku.
Sin embargo, aun como práctica de sexualidad alternativa, sigue siendo primordial el respeto de las técnicas y la estética. Por lo menos dentro de la cultura japonesa.